Para mi, un estilo de vida; una forma alternativa de ver las cosas, de observar el mundo que nos rodea.
La fotografía ha sido creada para regalarnos cosas a veces inapreciables por el ojo humano. Gracias al objetivo de las cámaras fotográficas podemos ver cosas que en ocasiones se nos escapan y que, por lo general, no debería de ser así, puesto que a veces suceden cosas que no pueden pasar desapercibidas.
El trabajo (o hobby) de muchos profesionales de la fotografía, nos invita a adentrarnos en un mundo muchas veces fantasioso para nosotros puesto que, el objetivo de la cámara es capaz de captar momentos que podrían resultar incluso fuera de lo común por la extrema belleza que poseen muchas de las tomas.
Todos aquellos que entienden o, al menos, poseen un cierto gusto o conocimiento por la fotografía comprenderán todo aquello que estoy diciendo. Para mucha gente, la fotografía no es más que una simple captación de la imagen para el recuerdo. Y no lo critico. Yo misma utilizo muchas veces esa técnica, ya que el hecho de que me apasione la profesionalidad fotográfica, no impide que la utilice para la impresión de muchos acontecimientos importantes que me gustaría recordar para siempre.
Y es que esa es otra de las muchas maravillas que guarda la fotografía en su interior. Ningún otro invento del hombre ha sido lo suficientemente capaz de poder captar una imagen real, pasarla por un revelador y, consecuentemente, tener en las manos una copia en papel de ese acontecimiento tan importante que todos, en el algún momento de nuestras vidas, hemos vivido.
Son muchas las cosas fascinantes que la fotografía guarda en su interior y, es por ellas, por lo que tanto me apasiona su mundo. Estudiarlo es un placer, tanto como el que produce salir a la aventura junto a tu cámara y captar con su objetivo todo aquello que tu ojo ha percibido como gustoso.
Llega un momento en el que tu cámara se convierte en una de tus mejores amigas; una amiga que te acompaña a todos aquellos sitios a los que visitas y que, por supuesto, te guarda todos los momentos y detalles que más te han impactado de todos esos lugares.
Los retratos y el revelado en B&N. Mis perdiciones.
No todo el mundo tiene porqué estar de acuerdo conmigo pero, todo aquel al que le guste la fotografía no podrá negarme que el revelado en B&N posee un encanto especial en las tomas. Es como un estilo propio, una forma distinta de observar una misma fotografía.
Y, por supuesto, tampoco es innegable el protagonismo que se llevan los retratos.
Aquel buen fotógrafo que sabe sacar un buen retrato se lleva, desde mi punto de vista, el galardón de oro.
No sólo ya por la belleza de este tipo de tomas, si no por los muchos detalles que podemos encontrar en ellas: expresiones ocultas, gestos, miradas con sentido, expresivas e incluso sentimientos.
Son muchísimas las cosas que podemos sacar de un buen retrato.
Y ya me queda por hablar de las iluminaciones y las luces. Otra cosa que me fascina de la fotografía.
Aquella capacidad que tiene un buen fotógrafo de sacar el máximo partido a un rayo de luz, a una sombra o a las iluminaciones en general sobre cualquier tipo de objeto de estudio: sobre el suelo, sobre las paredes, sobre el pelo, el rostro, etcétera.
Son muchas las cosas que podría decir acerca del apasionante mundo de la fotografía. Por ahora sólo me quedo con añadir una muestra de mi principiante camino en él.
Espero que esto sólo sea el principio del largo camino que me queda por atravesar en este alucinante mundo.
Aquí dejo algunas tomas mías.
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